El pabellón de Santa Cruz vivió un partido vibrante y con dos mitades completamente opuestas, en el que el Santa Cruz F.S. y el Infiesto F.S. firmaron un empate (4-4) que dejó emociones fuertes y un desenlace abierto hasta el último instante. El choque, correspondiente a la jornada liguera, reflejó la capacidad de reacción del conjunto local y la solidez de un Infiesto que supo resistir para mantener su posición en la zona alta de la clasificación.
El inicio fue claramente favorable al Infiesto. En el minuto 4, Sergio Meana adelantó a los visitantes con el 0-1, aprovechando una acción rápida que sorprendió a la defensa local. Apenas cuatro minutos después, René Rodríguez amplió la ventaja (0-2) con un disparo ajustado. El golpe más duro para el Santa Cruz llegó en el minuto 8, cuando un infortunio de Álvaro Fernández en propia puerta estableció el 0-3. El marcador reflejaba la superioridad visitante y dejaba muy tocado al conjunto local.
Sin embargo, el Santa Cruz no se rindió y encontró un respiro antes del descanso. Conrado Cabo recortó distancias en el minuto 10 (1-3), un tanto que devolvía algo de esperanza y que cerraba la primera parte con ventaja clara para el Infiesto.
La segunda mitad fue completamente distinta. El Santa Cruz salió con otra actitud, más intenso y decidido a buscar la remontada. En apenas tres minutos, el partido cambió por completo. Adrián Alonso anotó el 2-3 en el minuto 24, y un minuto después Álvaro Fernández se resarció de su error inicial con el 3-3. La remontada se completó en el minuto 27, cuando nuevamente Álvaro Fernández firmó el 4-3, desatando la euforia en la grada.
El Infiesto, obligado a reaccionar, adelantó líneas y buscó el empate con insistencia. Su esfuerzo tuvo premio en el minuto 36, cuando Alejandro Vázquez culminó una jugada colectiva para establecer el 4-4 definitivo. El tanto fue un jarro de agua fría para el Santa Cruz, que había acariciado la victoria tras una remontada espectacular.
El resultado deja al Infiesto con 15 puntos, en puestos de Copa Principado, confirmando su solidez como uno de los equipos más competitivos de la categoría. El Santa Cruz, por su parte, suma un punto que le permite mantenerse fuera del descenso con 7 puntos, aunque con la sensación de que la victoria se escapó en los últimos minutos.
El encuentro reflejó la doble cara del fútbol sala: la capacidad de un equipo para levantarse y remontar un marcador adverso, y la importancia de mantener la concentración hasta el final. El Santa Cruz mostró carácter y orgullo, mientras que el Infiesto demostró oficio y temple para rescatar un empate en un escenario complicado.
La jornada deja claro que ambos equipos están preparados para pelear por sus objetivos: el Infiesto por consolidarse en la zona noble y el Santa Cruz por seguir creciendo y alejándose de los puestos de peligro. El empate, aunque con sabor agridulce para los locales, fue un fiel reflejo de la intensidad y emoción que caracteriza a esta competición.





